martes, 28 de octubre de 2008

La vuelta al mundo en 80 días

Luego de casi tres meses internado en una clínica; psiquiátrica, el músico festejó su cumpleaños con amigos y, con cautela, planea su regreso

"Puedo ver y decir,/ puedo ver y decir y sentir:/ algo ha cambiado./ Para mí no es extraño./ Yo no voy a correr,/ yo no voy a correr ni a escapar/ de mi destino;/ yo pienso en peligro. Si fue hecho para mí,/ lo tengo que saber. Pero es muy difícil ver/ si algo controla mi ser" (Influencia).
Que está más gordo; que come bizcochitos; que su única adicción por estos días es tomar mate y que ya piensa en grabar un disco nuevo; que se arregló la dentadura; que brindó por su cumpleaños con gaseosa y que, luego de tres meses sin drogas ni alcohol, al soplar las velitas colocadas sobre una gran torta de chocolate, Charly pidió un solo deseo: "Quiero reinventarme una vez más".
Charly García abrió esta última década, a fines de 1998, cantando a viva y ronca voz eso de "éste es el aguante": un grito futbolero hecho canción, pedido y ruego imperativo; "aguante, aguante, aguante". Y anteayer, el músico, compositor, performer , artista multitarget , ídolo y demonio argentino selló este capítulo de su vida celebrando su cumpleaños junto a un puñado de viejas amistades (León Gieco, Fabián Quintiero, Fernando Samalea) y otras de lo más nuevas (e impensadas diez años atrás, como la del ahora anfitrión Palito Ortega, que lo hospeda en su quinta de Luján), luego de 80 días y 80 noches internado en una clínica neuropsiquiátrica. Así las cosas, anteayer, García parece haber cumplido algo más que 57 años: ¿se cumplió también un ciclo para Carlos García Moreno?
"Está haciendo un esfuerzo muy grande, pero está muy feliz, con muchas ganas de disfrutar de todo, de reírse junto a sus amigos y todo un montón de cosas de lo más simples que estaban al margen de su vida desde hace un tiempo", dice Fernando Szereszevsky, el hombre que se ganó el lugar de manager de García a fuerza de compañía y lealtad en estos últimos seis meses. Ahora vendrá un gran cambio para Charly. Así como se reinventó diez años atrás con Say No More, sus ganas pasan hoy por volver a la escena convertido en una especie de ser superenergético que deslumbre. Se divierte pensando en eso, aunque todavía falten unos meses para poder asimilar esta nueva vida con lo que tiene que ver con su puesta en escena. Eso sí: cuando vuelva, nadie lo va a poder creer; va a ser una sorpresa para todos y, como siempre, con mucho impacto.
Alejado de las cámaras intrusas (es mentira que vaya a ir a lo de Susana Giménez como se rumoreó; Charly no va a hacer ninguna aparición pública por un par de meses, sostienen), Charly García está de regreso en el mundo de los hombres libres (a pesar de que aún no recibió el alta médica definitiva y comparte esta suerte de internación domiciliaria en lo de la familia Ortega, con dos enfermeros que lo asisten las 24 horas) y su plan es también volver al mundo de los artistas en movimiento a partir del año próximo.
Ya le hicieron ofertas millonarias, dice una persona que anteayer, si bien no estuvo en Luján [pues las visitas aún son restringidas] sí habló por teléfono para saludar al músico. Ahora tiene que terminar de recuperarse, porque todavía está muy medicado y me dijo que le cuesta tocar, pero el año que viene, si García se decide, podría girar por el país y por América latina y ganar bastante dinero. El se lo merece. Además, si pudo hacerlo Calamaro, ¿por qué no García?
A los 57 años, ¿puede Charly volver a empezar? ? Claro que sí; está haciendo todo bien y tiene unas ganas de vivir que te contagia. Está disfrutando de algo distinto y con la cabeza puesta en lograr un mix en su vida pensando en el futuro: los shows, las giras, la música, pero también en salir a pasear con amigos, tomarse unos mates con la gente que lo quiere. El grupo que estuvo anteayer en su cumpleaños está compuesto por gente que lo cuida; nadie lo apura y ninguno necesita vivir de él?, concluye Szereszevsky
Charly está mucho mejor y con ganas de salir adelante, y eso es lo más importante. Tiene ganas de hacer un disco, e incluso grabamos algo después de brindar por su cumpleaños, dijo León Gieco.

Una parte de mí dice "stop"
En diez años, aquel aguante que García les cantaba a sus fans llegó, pegó la vuelta y ahora son sus más fieles seguidores los que coparon los blogs y foros de Internet con el ruego virtual de "Aguante, Charly" como estandarte. En el medio, la voracidad de un personaje Say No More, en este caso que se convirtió en obra de concepto constante, tres discos con varias canciones ajenas, algunas composiciones propias de cuando era adolescente y un par de joyas de la factoría García; en esta década también estrechó su relación con la alta política (tocó en privado para Carlos Menem y en público para los Kirchner en más de una oportunidad); fue internado una decena de veces y acusado de destrozos y violencia otras tantas; hizo un clavado memorable en una pileta mendocina desde un noveno piso, rearmó y volvió a despedirse de Sui Generis y llevó a las Madres de Plaza de Mayo a escena en un concierto para cerca de 200 mil personas.
Anteayer, en la quinta de Palito, García celebró su cumpleaños y se juramentó un futuro diferente, una nueva reencarnación para el hombre y el artista. Hubo empanadas tucumanas y asado al mediodía, regalos que le enviaron sus fans , la emotiva visita de los amigos más cercanos (entre los que también estuvieron el guitarrista Fernando Kabusacki y su cuñada Inés Raimondo; Nito Mestre y Pedro Aznar faltaron por motivos laborales) y una zapada final con canciones de los Beatles, de los Rolling Stones y de García mismo, que signó, después de tanto tiempo, el reencuentro de Charly con la música.
Una parte de mí, una parte de mí dice: «¡Stop! Fuiste muy lejos». No puedo contenerlo. Trato de resistir y, al final, no es un problema. ¡Qué placer esta pena! Si yo fuera otro ser, no lo podría entender. Pero es tan difícil ver, si algo controla mi ser ("Influencia").
Por Sebastián Ramos
Fuente: lanacion.com.ar

No hay comentarios: